Cuando se trata de mantener una piel limpia y saludable, quizás te preguntes si el gel de ducha o el jabón en barra es mejor. Ambos tienen sus ventajas y es difícil elegir. Pero no te preocupes. LALATA está aquí para ayudarte a decidir cuál es el mejor producto para tu piel.
¿Cuál limpiador es mejor?
A la hora de lavarse, el gel de ducha o el jabón en barra realizan igualmente bien la tarea de limpiar la piel y eliminar la suciedad. Pero la elección entre uno y otro se basa en lo que sea mejor para ti y en tu tipo de piel. Para algunos, la fácil aplicación y la espuma del gel de ducha. Para otros, la textura áspera y la sensación clásica del jabón en barra.
Ventajas tanto del gel de ducha como del jabón en barra para tu piel
El gel de ducha es muy apreciado por sus propiedades hidratantes y también por sus múltiples aromas agradables. Esto es ideal para personas propensas a tener piel seca o sensible, ya que ayuda a mantener la piel suave y calmada. Los jabones en barra, por otro lado, son sencillos y eficaces a la hora de eliminar el exceso de grasa y gérmenes de la piel. También son ideales para tipos de piel grasosa y propensa al acné.
Gel de ducha
Tanto el gel de ducha como el jabón en barra son eficaces a la hora de limpiar tu piel. Pero en general, gel de ducha tiende a ser más hidratante, ya que tiene una textura cremosa y probablemente contiene algunos aceites y vitaminas. El jabón en barra ocasionalmente deja la piel con sensación de sequedad, especialmente si contiene ingredientes potentes, como sulfatos.
Gel de Ducha y Mito del Jabón en Barra
Hay muchos mitos sobre el gel de ducha y el jabón en barra. Por eso, al elegir el mejor para tu piel, es útil saber qué es cierto. Un mito popular afirma que el gel de ducha no limpia tan bien la piel como el jabón en barra, pero nada más lejos de la realidad. Gel de ducha hace el trabajo igual de bien, especialmente si tiene una fórmula suave y sedosa.
Cómo Usar Gel de Ducha o Jabón en Barra
Cualquiera que elijas, aquí tienes algunos consejos para mantener tu piel en buen estado. Para empezar, elige una gel de ducha o un jabón en barra adecuado para tu tipo de piel. Si tienes la piel sensible, elige una versión suave y sin fragancia. En segundo lugar, asegúrate de hidratar tu piel después de lavarla para ayudar a retener algo de humedad. Y para finalizar, no olvides exfoliar de forma regular para eliminar esas células muertas y revelar una piel fresca y radiante.